Indicios



Mis ambiciones y deseos profundos no me pertenecen, son parte de mí pero no nacen de mi voluntad. No puedo evitar tener estos sueños fervientes, que me persiguen desde que era niño. ¿Para qué mi creador me haría tener estos deseos si después no va a darme las chances de conseguirlos?, ¿para qué me haría sufrir así? No puedo imaginar que mi existencia sea un despropósito de la divinidad, una dolorosa contradicción. 
Aunque a veces dude, sé que todo tiene sentido y que todo tiene un propósito: quizá nuestros sueños sean como los indicios del destino, los susurros de algún dios mientras dormimos…
Dicen que se puede seguir viviendo aunque se hayan abandonado todas las esperanzas, todas las ilusiones. Seguramente es verdad, pero no creo que eso pueda ser llamado más que supervivencia. Dicen que se puede vivir sin nuestros sueños, pero no creo que valga la pena vivir así... Los hombres se dividen entre los que luchan y los que se dan por vencido, yo soy de los que piensan que es mejor morir peleando que vivir como un cobarde.

–¿Para qué el destino me hace desear tanto algo si después no va a darme las chances de conseguirlo? ¿Para qué te sueño tanto, si no voy a despertar nunca más a tu lado?



Rodrigo Conde

Comentarios

  1. Estas preguntas se suman a las que todos los seres humanos nos planteamos con mayor o menor fervor. Algunos creen tener las repuestas; otros piensan que nunca lo sabrán. Algunos estamos alerta ante algún signo revelador, con más deseo que esperanza.
    Es curioso no saber de donde somos o hacia done vamos. Si somos un mero capricho o tenemos un papel importante que todavía no podemos representar...
    El amor, claro, forma parte del misterio.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares